El fin del régimen de Bashar al Asad en Siria ha revelado una oscura y lucrativa industria que durante años financió sus operaciones: el captagon. Millones de píldoras de esta droga, que posicionaron a Siria como un narcoestado, han sido descubiertas en hangares, bases militares y fábricas tras el ascenso al poder de una coalición rebelde liderada por islamistas. Este hallazgo pone al descubierto cómo el régimen utilizó el tráfico de drogas como una herramienta diplomática y económica mientras sumía al país en un conflicto devastador.
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El colapso del régimen de Bashar al Asad en Siria, tras una ofensiva relámpago de la coalición rebelde Hayat Tahrir al Sham (HTS), ha sacado a la luz uno de los secretos más oscuros del gobierno derrocado: la masiva producción y tráfico de captagon. Esta droga, una anfetamina derivada, fue durante años el principal producto de exportación de Siria, superando ampliamente las exportaciones legales del país.
**Una red construida en las sombras**
En hangares cercanos a Damasco y otras localidades estratégicas, los rebeldes han descubierto millones de píldoras de captagon ocultas en cajas eléctricas, maquinaria y productos químicos. Según Abu Malek al Shami, combatiente de HTS, “estas fábricas eran gestionadas por Maher al Asad, hermano del expresidente, y su socio Amer Jiti, quien enfrenta sanciones internacionales por facilitar este lucrativo tráfico”.
Los productos hallados incluyen también materia prima como sosa cáustica, proveniente de Arabia Saudita según las etiquetas, un ingrediente clave para la fabricación de la droga. Los rebeldes también han destruido grandes cantidades de captagon en operativos recientes, reafirmando su compromiso de eliminar esta industria.
**La conexión política y diplomática del captagon**
La industria del captagon no solo generó ingresos multimillonarios para el régimen de Bashar al Asad, valorados en al menos 10.000 millones de dólares, sino que también fue utilizada como una herramienta de presión diplomática. Analistas como Hesham Alghannam señalan que el tráfico de esta droga fue instrumental para que el régimen consiguiera su reincorporación a la Liga Árabe en 2023, utilizando la adicción y el contrabando como medios de influencia en países del Golfo como Arabia Saudita.
En el Golfo, el captagon es consumido tanto por élites adineradas en fiestas como por trabajadores que lo utilizan para resistir jornadas laborales extenuantes. Este consumo masivo permitió al régimen sirio mantener una red de influencias en la región, pese a ser considerado un paria internacional.
**Las implicaciones del hallazgo**
La caída del régimen ha dejado un vacío en el control de esta lucrativa red. HTS, ahora al mando de Siria, ha prometido erradicar el tráfico de captagon y reconstruir un Estado basado en el estado de derecho. Sin embargo, la magnitud de la industria y los ingresos que genera representan un desafío considerable.
Además de los daños económicos y sociales asociados al tráfico de drogas, el captagon ha exacerbado la crisis humanitaria en Siria, alimentando redes de corrupción y violencia. Su erradicación será crucial para el futuro del país y su reputación en la comunidad internacional.
**Un camino incierto**
Mientras los nuevos dirigentes prometen instaurar un gobierno interino que priorice la justicia y la transparencia, el hallazgo de estos arsenales plantea preguntas sobre el legado del régimen de Al Asad y los retos que enfrenta Siria en su reconstrucción. La desaparición del captagon como una de las principales fuentes de ingreso será clave para determinar si el país puede finalmente romper con el oscuro pasado que lo convirtió en un narcoestado.
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