
La medida afecta a líderes clave de la guerrilla en medio de una crisis humanitaria con miles de desplazados y decenas de muertos en la región. Presidencia y autoridades ya fueron notificadas.
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En un giro drástico dentro de las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), la Fiscalía General de la Nación ha reactivado órdenes de captura contra 31 voceros de esta guerrilla que participan en las mesas de diálogo. La decisión, contenida en la Resolución 00015 de 2025, fue adoptada por la fiscal Luz Adriana Camargo en respuesta a la crisis humanitaria que azota el Catatumbo, una región afectada por enfrentamientos violentos entre el Eln y disidencias de las Farc.
Entre los líderes incluidos en la lista de captura figuran los principales cabecillas del Eln, como Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán; Nicolás Rodríguez, alias Gabino; Eliécer Herlinto Chamorro, alias Antonio García; y Aureliano Carbonell, entre otros. La resolución fue comunicada a la Presidencia de la República, al alto comisionado para la Paz y a las autoridades de policía judicial para proceder con las detenciones.
Contexto de la decisión
La medida se produce en un momento crítico para la región del Catatumbo, donde la violencia entre grupos armados ha desencadenado una crisis humanitaria sin precedentes. Según la Defensoría del Pueblo, más de 32.000 personas han sido desplazadas y al menos 35 han perdido la vida desde el inicio del conflicto a mediados de enero. Entre las víctimas también se encuentran firmantes del acuerdo de paz de 2016, quienes buscaban reintegrarse a la vida civil.
La Fiscalía destacó que el Eln, a través de sus líderes, ha admitido públicamente su responsabilidad en varios de los ataques recientes. Eliécer Herlinto Chamorro, alias Antonio García, y Gregorio Manuel Pérez, cabecilla del Frente de Guerra Nororiental, confirmaron en múltiples comunicados las acciones que han agravado la situación en la región. Estos hechos han motivado a la Fiscalía a actuar con firmeza contra los voceros del Eln.
Implicaciones para las mesas de diálogo
Aunque la reactivación de las órdenes de captura afecta directamente a los miembros del Comando Central (Coce) del Eln, no incluye al bloque Comuneros del Sur, que mantiene conversaciones con el Gobierno en busca de acuerdos de paz. Esta diferenciación subraya la postura del Ejecutivo de continuar apostando por el diálogo mientras se enfrenta con determinación a los responsables de actos violentos.
La decisión genera incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones de paz lideradas por el alto comisionado Otty Patiño. Por un lado, el Gobierno enfrenta presiones internas y externas para garantizar justicia y aliviar la crisis humanitaria; por otro, busca mantener el diálogo como una vía para desescalar el conflicto armado.
Perspectivas y desafíos
El Catatumbo se ha convertido en un epicentro de la violencia, donde los intereses de múltiples actores armados convergen en la lucha por el control territorial y el tráfico de drogas. La reactivación de estas órdenes de captura podría desestabilizar aún más la región, pero también envía un mensaje contundente de que los actos de violencia no quedarán impunes, incluso en el contexto de negociaciones de paz.
A medida que las autoridades avanzan en la implementación de esta resolución, el Gobierno deberá equilibrar su compromiso con la paz y su obligación de garantizar la seguridad y justicia para las comunidades más afectadas por el conflicto. La comunidad internacional, que ha respaldado los esfuerzos de paz en Colombia durante años, también estará observando de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos meses.
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