
El incidente marca un nuevo capítulo en la creciente tensión diplomática entre ambos países tras la llegada de la administración de Donald Trump
De acuerdo con el reporte, dos aviones C-17 de la Fuerza Aérea de EE.UU. partieron hacia Guatemala, mientras que un tercer vuelo con destino a México nunca despegó, citándose problemas administrativos como la causa. Este incidente ocurre en un contexto de creciente fricción, especialmente después de que Trump amenazara con imponer un arancel del 25% a México en represalia por la crisis migratoria en la frontera.
En respuesta, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México reiteró su compromiso con la repatriación de ciudadanos mexicanos y subrayó la buena relación entre ambos países, asegurando que siempre recibirán a los connacionales con los brazos abiertos.
Además, la Casa Blanca confirmó que los vuelos de deportación continúan, destacando el uso de aviones militares, una medida que marca un cambio en la política migratoria estadounidense. La Administración de Trump ha comenzado a ejecutar una de sus principales promesas de campaña: una operación masiva de deportación que se extenderá por todo el año.
Este episodio refleja la tensión que persiste en las relaciones entre México y Estados Unidos en el contexto de la política migratoria, y plantea interrogantes sobre los próximos pasos en la cooperación bilateral en este tema.
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