El habitante de calle que desafía los estereotipos en Cali La historia de Henry Camacho, un hombre sin hogar

Nacionales | Juan Esteban Restrepo

La historia de Henry Camacho, un hombre sin hogar que ha convertido su espacio bajo un puente en un refugio ordenado y acogedor

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En medio del caos urbano de Cali, una historia ha captado la atención de miles de ciudadanos y usuarios en redes sociales. Se trata de Henry Alberto Camacho, un habitante de calle que, lejos de los estereotipos asociados a su situación, ha demostrado que la dignidad y el orden pueden mantenerse incluso en las circunstancias más adversas.

A sus 44 años, Henry ha pasado más de la mitad de su vida viviendo en las calles de Cali. Sin embargo, lo que lo diferencia de muchos otros en su condición es la manera en que ha dispuesto su espacio bajo un puente de la autopista suroriental: una cama, un sofá, una bicicleta y hasta plantas que cuida con esmero hacen parte de su pequeño refugio, donde cada objeto tiene un lugar determinado. Su historia ha conmovido a cientos de personas, generando apoyo y debate sobre la situación de los habitantes de calle en la ciudad.

Un pasado marcado por la pérdida y la lucha diaria

Henry nació en el barrio El Guabal y, según relata, tuvo una vida diferente antes de llegar a las calles. “Yo lo tuve todo, pero las drogas me lo quitaron”, dice con melancolía al recordar su pasado. Su vida en la calle comenzó hace 26 años, de los cuales pasó 20 en el sector de La Luna antes de trasladarse a su actual punto bajo el puente, donde lleva seis años.

A pesar de las dificultades, ha logrado crear un ambiente que muchos describen como sorprendentemente organizado. Gran parte de sus pertenencias han sido donadas por vecinos del sector, mientras que otros objetos los ha recuperado durante sus jornadas como reciclador. “Yo soy muy apegado a las cositas, aunque sean de la basura”, confiesa. Su amor por el orden y la limpieza proviene de su infancia y de las enseñanzas de su hermana, quien le inculcó la importancia del aseo personal.

Actualmente, se gana la vida reciclando y ayudando a anunciar las rutas de los buses y colectivos que circulan por la zona. Sin embargo, su vida no está exenta de dificultades: además del hambre y el frío, enfrenta una enfermedad que amenaza su bienestar.

Un diagnóstico que lo cambió todo

En 2021, Henry fue diagnosticado con VIH. A pesar de la gravedad de su condición, ha pasado dos años sin recibir tratamiento ni tomar los retrovirales necesarios para controlar la enfermedad. Aunque ha recibido apoyo de la Fundación Samaritanos de la Calle, aún no se ha vinculado a un proceso de recuperación ambulatorio.

Esta situación ha generado preocupación entre las autoridades y las organizaciones de apoyo, que han intentado acercarse a él para brindarle ayuda médica y social. No obstante, Henry ha mostrado resistencia a dejar su espacio en la calle, lo que ha complicado su acceso a un tratamiento adecuado.

Un inminente desalojo y el debate sobre el espacio público

Pese a que ha logrado mantenerse en el mismo lugar durante seis años, la Alcaldía de Cali ha solicitado su desalojo, argumentando que su permanencia en el puente constituye una invasión del espacio público. “Yo le digo a la Alcaldía, ¿por qué me van a desalojar? Yo aquí no vendo vicio, ni hago nada malo”, reclama Henry, cuestionando la decisión de las autoridades.

No es la primera vez que intentan desalojarlo. En diciembre, durante la Feria de Cali, fue retirado del puente y sus pertenencias fueron desechadas, pero regresó y volvió a reconstruir su espacio. La Alcaldía, por su parte, asegura que ha intentado brindarle alternativas para su reubicación.

El subsecretario de Seguridad y Justicia, Álvaro José Pretel, explicó que existe un equipo dedicado a retirar asentamientos informales en el espacio público, pero también se trabaja en conjunto con la Secretaría de Bienestar Social para ofrecer opciones como hogares de paso y programas de desarrollo.

Finalmente, tras varias negociaciones, Henry ha accedido a retirar voluntariamente sus pertenencias del puente, mientras las autoridades evalúan la posibilidad de incluirlo en un programa de atención médica y social. Durante el día, un equipo especializado verificará el cumplimiento del acuerdo y dará inicio a la activación de su ruta de salud.

Más allá del desalojo: el reto de la inclusión social

El caso de Henry Camacho es solo una muestra de la compleja realidad de los habitantes de calle en Cali y en muchas otras ciudades de Colombia. Su historia ha despertado empatía, pero también ha generado preguntas sobre la efectividad de las políticas de inclusión social y el apoyo a personas en situación de vulnerabilidad.

Si bien la limpieza y el orden con los que ha organizado su refugio han llamado la atención, la pregunta de fondo sigue siendo la misma: ¿qué alternativas reales tienen personas como Henry para acceder a una vida más digna? Mientras el debate continúa, su historia sigue inspirando reflexiones sobre la resiliencia, la dignidad y la necesidad de una respuesta integral para los habitantes de calle en la ciudad.