Investigaciones recientes advierten sobre los peligros del volumen elevado en reproductores de audio y la exposición prolongada a ruidos fuertes
Articulo
En el marco del Día Mundial de la Audición, que se celebrará el próximo 3 de marzo, especialistas han alertado sobre el impacto negativo que tiene el uso indiscriminado de dispositivos de sonido en la salud auditiva de los adolescentes. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1.100 millones de jóvenes corren el riesgo de desarrollar pérdida auditiva debido a la exposición continua a niveles elevados de ruido.
Liliana Dottor, profesora del programa de Fonoaudiología de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, destacó la importancia de la audición en la vida cotidiana y advirtió que la pérdida de esta capacidad afecta la comunicación, el acceso a la información y la calidad de vida en general. Según datos de la OMS, más de 1.500 millones de personas en el mundo padecen algún grado de pérdida auditiva, de las cuales 430 millones presentan una discapacidad significativa que limita su capacidad de comunicación.
Para reducir estos riesgos, los expertos han recomendado una serie de medidas preventivas, entre ellas mantener el volumen de los reproductores de sonido por debajo del 60% de su capacidad, evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes, limitar el uso de audífonos a menos de una hora continua y limpiar regularmente los dispositivos de audio para prevenir infecciones. Asimismo, se recomienda acudir a un especialista en caso de síntomas como dolor de oído o pérdida repentina de la audición.
Señales de alerta ante la pérdida auditiva
La pérdida de audición ocurre cuando una persona no puede escuchar con la misma claridad que alguien con un umbral de audición normal, es decir, con un nivel de percepción de sonido igual o mejor que 20 decibeles en ambos oídos. Esta condición puede ser leve, moderada, grave o profunda y afectar a uno o ambos oídos, generando dificultades para escuchar conversaciones o sonidos fuertes.
Es importante distinguir entre las personas con pérdida de audición parcial y aquellas que son sordas. Las primeras tienen dificultades auditivas que pueden manejarse con dispositivos como audífonos, implantes cocleares o subtítulos, mientras que las personas sordas suelen padecer una pérdida auditiva profunda, lo que implica que no pueden percibir sonidos sin la ayuda de la lengua de signos.
Según la OMS, algunos de los síntomas de la pérdida auditiva incluyen:
- Dificultad para escuchar sonidos suaves o lejanos
- Necesidad de aumentar el volumen de la televisión o la radio
- Problemas para captar sonidos de alta frecuencia, entre 1 kHz y 6 kHz
- Sensación de que las personas hablan en un tono más bajo de lo normal
- Sensación de oídos tapados o bloqueados
- Dolor o molestia en los oídos
- Zumbidos o pitidos constantes en los oídos
- Dolores de cabeza frecuentes
La comunidad médica insiste en la importancia de una cultura de prevención y de una escucha responsable, especialmente en las nuevas generaciones, que están expuestas a tecnologías que pueden comprometer su salud auditiva a largo plazo. La pérdida de audición es irreversible en muchos casos, pero con una concienciación adecuada y el uso responsable de dispositivos de sonido, se pueden evitar graves consecuencias.
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