El capitán de la Tricolor desmiente los rumores de una fuerte discusión en el vestuario y revela lo que realmente ocurrió después de la histórica derrota 6-1 en 2020
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James Rodríguez ha decidido romper el silencio sobre uno de los episodios más controversiales en la historia reciente de la Selección Colombia: la supuesta pelea en el camerino tras la humillante derrota 6-1 contra Ecuador en noviembre de 2020. Durante años, se especuló que este conflicto interno fue una de las razones principales de la salida del técnico portugués Carlos Queiroz y que dividió al plantel. Sin embargo, el mediocampista colombiano ha desmentido rotundamente estos rumores.
En una entrevista concedida al podcast Los Amigos de Edu, del programa español El Chiringuito, James dejó claro que, si bien hubo discusiones entre los jugadores después del partido, jamás se llegó a los extremos que se han mencionado en distintos medios y redes sociales. "Desde que me pongo la camiseta de la Selección es algo único. Soy el capitán de una generación y siempre intento que todos estén bien. Nuestra relación es de amigos, aunque en ese momento nos hablamos fuerte, jamás nos faltamos al respeto", afirmó.
El rumor más difundido señalaba que James y Jefferson Lerma protagonizaron un altercado físico en el vestuario, lo que habría generado una ruptura interna en el equipo. Además, se dijo que la pelea derivó en la renuncia de Queiroz, quien no pudo controlar la crisis. No obstante, el exjugador del Real Madrid insistió en que nada de esto es cierto y que el grupo siempre ha mantenido un ambiente de compañerismo.
El futbolista también aprovechó la oportunidad para referirse al presente de la Selección Colombia en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026. A pesar de algunos resultados adversos, James confía en que el equipo logrará los puntos necesarios para asegurar su clasificación. "Queríamos acabar bien el año, es duro, pero al final falta mucho tiempo y tenemos que tomar conciencia", señaló.
Las declaraciones de James Rodríguez ponen fin a una historia que generó controversia y división entre la hinchada colombiana. Mientras tanto, la Selección sigue enfocada en su camino hacia la Copa del Mundo, con el objetivo de recuperar el protagonismo perdido en los últimos años.
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