Apagón masivo en España y Portugal: Impacto sin precedentes en el transporte y los servicios, Red Eléctrica trabaja a contrarreloj para restablecer el suministro
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En la tarde de este lunes, un apagón masivo ha afectado de manera significativa a grandes áreas de España y Portugal, causando graves trastornos en diversos servicios públicos y alterando la vida cotidiana de millones de personas. El incidente se produjo a las 12:32 horas, cuando un corte generalizado de energía dejó a amplias zonas sin electricidad. A pesar de los esfuerzos de Red Eléctrica, la empresa responsable del sistema eléctrico, las causas del apagón aún no se han determinado, lo que ha generado incertidumbre en la población.
Eduardo Prieto, director de servicios para la operación de Red Eléctrica, aseguró que el apagón es “excepcional y totalmente extraordinario”, describiendo la magnitud del evento como algo fuera de lo común en la historia reciente de la red eléctrica. La empresa ha estimado que se necesitarán entre 6 y 10 horas para reparar completamente los daños y restablecer el suministro eléctrico en todo el territorio afectado. Según la última información proporcionada por Red Eléctrica, el suministro comenzó a recuperarse gradualmente en las regiones norte y sur de la península a partir de las 13:33 horas, aunque la normalización total aún está lejos de alcanzarse.
El apagón ha tenido un impacto directo y devastador en el transporte. El tráfico ferroviario se interrumpió por completo, dejando a miles de pasajeros varados en estaciones y trenes en medio de la crisis. Además, el tráfico aéreo también se vio gravemente afectado, con retrasos y cancelaciones de vuelos debido a la falta de electricidad en los aeropuertos. Los sistemas de transporte público, incluidos los autobuses y los tranvías, no pudieron operar de manera habitual, y en varias ciudades se reportaron problemas con los semáforos, lo que incrementó el riesgo de accidentes.
Ante la emergencia, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha emitido un comunicado solicitando a los ciudadanos que eviten desplazamientos innecesarios, dado el colapso de las carreteras y el caos generado en las principales vías de acceso a las grandes ciudades. En Barcelona, las colas de vehículos alcanzaron hasta los 17 kilómetros en algunos puntos, como en la B-10, la ronda litoral, donde el tráfico quedó completamente paralizado. La B-23 y la B-20 también registraron largas filas de vehículos en dirección a la capital catalana, mientras que la AP-7 y la C-58 no pudieron escapar a las retenciones masivas.
A medida que el apagón se extendía, las consecuencias sobre otros sectores de la vida cotidiana se hicieron más evidentes. En algunos supermercados, se informó que solo se aceptaban pagos en efectivo debido a la caída de los sistemas electrónicos. En tanto, en diversas zonas, los ciudadanos que se encontraban atrapados en ascensores parados debieron ser rescatados por equipos de emergencia, mientras otros se apresuraban a comprar radios a pilas para poder mantenerse informados ante la falta de electricidad y la caída de las redes móviles.
La crisis también afectó a las comunicaciones, ya que los teléfonos móviles dejaron de funcionar en algunas áreas debido a la interrupción en el suministro eléctrico, lo que dificultó la posibilidad de que los ciudadanos pudieran contactar a sus familiares y amigos. El corte de electricidad dejó a miles de hogares sin poder realizar tareas cotidianas como cocinar, iluminar sus casas o acceder a Internet.
La situación sigue siendo incierta, ya que aún se desconocen las causas del apagón masivo. Sin embargo, las autoridades han asegurado que están trabajando de manera urgente para restablecer el suministro eléctrico en todo el territorio afectado. A medida que se avanza en la reparación de la infraestructura eléctrica, la población debe seguir tomando precauciones y mantenerse informada sobre el estado de los servicios.
En resumen, este apagón ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y ha mostrado la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas ante eventos extraordinarios. La ciudadanía sigue expectante mientras se trabaja en la restauración de los servicios esenciales, con la esperanza de que el impacto no se prolongue más allá de lo necesario.
La DGT ha renovado su llamado a la prudencia, pidiendo a los conductores que eviten salir a las calles a menos que sea estrictamente necesario, y recomendando que se mantengan informados a través de los canales oficiales para conocer la evolución de la situación.
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