Este viernes 7 de febrero, el coronel Néstor Arévalo, comandante de la Policía de Norte de Santander, informó sobre un avance significativo en las investigaciones. En un reciente operativo, uno de los presuntos responsables fue abatido durante un intercambio de disparos. "Esta persona pretendía cometer un homicidio al parecer a unos colaboradores del ELN, pero la policía reaccionó y en esa reacción hubo un intercambio de disparos", explicó Arévalo.
Además del sospechoso abatido, las autoridades han capturado a otro presunto implicado y emitido seis órdenes de detención adicionales. El coronel señaló que los responsables serían integrantes del Frente 33 de las disidencias de las FARC, grupo armado que opera en la región.
El proceso judicial continúa mientras las autoridades mantienen operativos en diferentes municipios de Norte de Santander en busca de los demás responsables. "De acuerdo con lo que tienen los investigadores de la Policía Nacional conjuntamente con el CTI, estas personas serían integrantes de las disidencias de las FARC", concluyó Arévalo.
Los detalles del ataque revelaron la trágica historia de una familia que se dirigía a su hogar cuando fue víctima de la violencia que persiste en la zona. Miguel Ángel López era propietario de la funeraria ‘San Miguel’ y había compartido recientemente su felicidad por la llegada de su hijo. En marzo de 2024, la familia había celebrado un babyshower, reflejando momentos de felicidad antes de la tragedia.
A pesar de la violencia desatada, un menor de edad, también hijo de la pareja, sobrevivió al brutal ataque. Este hecho ha intensificado el llamado de la comunidad y las autoridades locales para redoblar los esfuerzos en la lucha contra los grupos armados ilegales que operan en la región.
Mientras las investigaciones avanzan, la masacre de Tibú sigue siendo un símbolo del complejo conflicto que enfrenta el país, donde la búsqueda de justicia y paz continúa siendo un desafío urgente.
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