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Tragedia en Washington: piloto latino de American Airlines y su conmovedora historia tras el choque con un helicóptero

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El fatal accidente aéreo en Washington DC que involucró un vuelo de American Airlines y un helicóptero del Ejército de Estados Unidos dejó sin vida a 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. Entre ellos, se encontraba el piloto Jonathan J. Campos, un joven de ascendencia puertorriqueña cuya pasión por volar marcó su vida.

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El vuelo 5342, proveniente de Wichita, Kansas, colisionó cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan con un helicóptero militar UH-60 Black Hawk. Las investigaciones preliminares indican que no hubo sobrevivientes.

Jonathan Campos, de 34 años, llevaba ocho años trabajando para PSA Airlines, filial de American Airlines. Nacido en Brooklyn, Nueva York, y con raíces puertorriqueñas, Campos vivió una década en la isla antes de regresar a Estados Unidos para estudiar Ciencia Aeronáutica en la Universidad Aeronáutica de Embry-Riddle, Florida. Tras graduarse en 2015, obtuvo su licencia de piloto en Epic Flight Academy, donde se destacó como instructor de vuelo certificado.

La academia lamentó su pérdida en un comunicado: "Estamos desconsolados al saber que Jonathan Campos era piloto a bordo del vuelo involucrado en la tragedia en Washington. Era un piloto hábil y dedicado, con una pasión innegable por volar".

Beverly Lane, tía del piloto, compartió que Campos había soñado con volar desde los tres años. "Quería ser libre y elevarse como un pájaro", afirmó. Planeaba visitar Puerto Rico con su familia en febrero, una experiencia que esperaba con entusiasmo.

El copiloto del vuelo, Sam Lilley, de 28 años, también perdió la vida en el accidente. Graduado de Georgia Southern University, Lilley estaba a pocos meses de ser ascendido a capitán y recientemente se había comprometido. Su padre expresó en redes sociales: "Me sentí muy orgulloso cuando Sam se convirtió en piloto. Ahora me duele tanto que ni siquiera puedo llorar hasta quedarme dormido".

La tragedia sacudió no solo a los familiares de la tripulación, sino también a la comunidad de la aviación. Nicolás Shaw, amigo cercano de Campos, relató cómo hablaron horas antes del vuelo fatídico. "Se me cayó el alma a los pies", dijo al enterarse del siniestro.

El impacto dejó devastadores testimonios, incluyendo la posible pérdida de 14 jóvenes patinadores artísticos de Boston, junto con sus madres y entrenadores, así como dos ex campeones mundiales rusos que viajaban en el avión.

Los esfuerzos de recuperación continúan en el río Potomac, donde buzos del Departamento de Bomberos de DC buscan restos del avión. Las autoridades anunciaron que en 30 días presentarán un informe preliminar sobre las causas del accidente.

Todd Inman, representante del equipo investigador, afirmó: "Nuestra intención es ofrecer respuestas claras. El informe final llegará una vez concluyamos la investigación completa".

El legado de Jonathan Campos, Sam Lilley y todas las víctimas del vuelo 5342 quedará marcado por una tragedia que conmueve a la comunidad aeronáutica y a sus familias, mientras el mundo sigue buscando respuestas a este fatídico evento.


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