El mandatario afirma que protegerá la "integridad" del deporte femenino y llevará su postura al Comité Olímpico Internacional
"A partir de ahora, el deporte femenino será solo para mujeres. No permitiremos que hombres las golpeen, las lesionen y hagan trampas contra nuestras mujeres y nuestras niñas", aseguró el mandatario, ante los aplausos de sus seguidores presentes en el acto.
La medida no solo restringe el acceso de mujeres trans a competencias deportivas, sino que incluye la denegación de visados a deportistas transgénero que pretendan ingresar al país, lo que podría afectar la participación de equipos internacionales en futuras competencias celebradas en Estados Unidos.
Una de las principales incógnitas que deja esta orden ejecutiva es cómo afectará a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Aunque la Casa Blanca no ofreció detalles al respecto, Trump adelantó que su administración trasladará al Comité Olímpico Internacional (COI) su posición contraria a la participación de mujeres trans en los juegos.
El presidente instruyó al secretario de Estado, Marco Rubio, para llevar el mensaje de su administración al COI y exigir cambios en las normativas actuales. "Queremos que rechacen la locura transgénero. Este es un tema absolutamente ridículo, que ni siquiera deberíamos estar discutiendo", afirmó Trump.
La decisión forma parte de una serie de acciones adoptadas desde el inicio de su segundo mandato, entre las que se incluye una directriz emitida el pasado 20 de enero para definir el sexo exclusivamente como masculino o femenino en documentos oficiales como pasaportes.
Las organizaciones defensoras de derechos LGBTQ+ han reaccionado con indignación, calificando la medida como discriminatoria y contraria a los principios de inclusión y diversidad que han sido promovidos en el ámbito deportivo internacional durante las últimas décadas. "Esta decisión no solo margina a las mujeres transgénero, sino que también perpetúa ideas retrógradas sobre el género y el deporte", señaló un portavoz de Human Rights Campaign.
Por su parte, los defensores de la medida, incluidos sectores conservadores y grupos religiosos, aplaudieron la orden ejecutiva, argumentando que protege la "justicia" en las competencias deportivas femeninas. "El deporte femenino ha estado bajo amenaza durante demasiado tiempo. Esta decisión era necesaria para preservar la integridad de las competencias", sostuvo un representante del grupo Women for Fair Sports.
La postura de Trump no sorprende, dado que el tema de las mujeres trans en el deporte femenino fue una de sus principales banderas durante la campaña presidencial. En sus últimos meses de campaña, su equipo transmitió reiteradamente un anuncio en el que acusaba a su rival, Kamala Harris, de apoyar el uso de fondos públicos para financiar cirugías de reasignación de género en prisiones.
El decreto firmado por Trump podría tener consecuencias de largo alcance en la política migratoria y deportiva de Estados Unidos, marcando un giro conservador que dista de los avances en inclusión promovidos durante la administración Biden. Con los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 en el horizonte, la presión sobre el COI y la comunidad internacional para responder ante esta polémica medida podría intensificarse en los próximos meses.
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