
La estrategia del gobierno busca reemplazar los cultivos ilícitos con productos legales, pero enfrenta el reto de competir con el lucrativo mercado del narcotráfico.
Gobierno inicia compra de hoja de coca a campesinos en El Plateado como parte del PNIS
El Gobierno Nacional ha puesto en marcha la compra de hoja de coca a campesinos de El Plateado, en Argelia, Cauca, como parte del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS). Esta estrategia busca ofrecer alternativas económicas sostenibles a comunidades que históricamente han dependido de los cultivos ilícitos como su principal fuente de ingresos.
La directora de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, Gloria Miranda, confirmó la implementación de esta medida y destacó que la estrategia gubernamental no se limita únicamente a la erradicación de los cultivos ilícitos, sino que apunta a transformar todo el circuito económico que gira en torno a la producción de coca. "Estamos hablando de sustituir todo el circuito económico, no solo el cultivo. La coca se vende transformada en pasta base para agregarle valor, y nosotros vamos a hacer lo mismo con productos legales como cacao y café", explicó Miranda.
Desde abril, se han inscrito las primeras 130 personas en el cañón del Micay, donde ya han iniciado la implementación del programa. "Lo del cañón del Micay no quedó solo en un anuncio, sino que desde ese momento abrimos convocatoria para allá, así como lo estamos haciendo hoy en Catatumbo", afirmó Miranda en una entrevista con la emisora Blu Radio. La funcionaria agregó que se han estado validando predios y dialogando con asociaciones campesinas, y que en abril se realizará la primera entrega de activos productivos en Cauca.
Desafíos de rentabilidad frente al narcotráfico
Uno de los retos principales del PNIS es la diferencia de rentabilidad entre los cultivos ilícitos y los legales. Actualmente, una hectárea de coca puede generar hasta $2.500.000 mensuales en ganancias netas para los campesinos, una cifra que supera ampliamente el subsidio ofrecido por el Gobierno en regiones como el Catatumbo.
Miranda reconoció esta problemática y enfatizó que, aunque el mercado ilícito ofrece mayores beneficios económicos inmediatos, no brinda estabilidad ni seguridad a las comunidades. "El mercado ilícito siempre pagará más, pero no ofrece estabilidad ni paz. Con este programa, además del subsidio, los campesinos recibirán proyectos productivos, apoyo en comercialización y mejoras en vivienda e infraestructura", aseguró.
Alternativas productivas para la sustitución
En el Catatumbo, el Gobierno ha identificado cinco líneas productivas principales para reemplazar el cultivo de coca: café, cacao, yuca, piscicultura y porcicultura. Según Miranda, la selección de estos productos responde a la existencia de asociaciones campesinas que ya han trabajado con estos cultivos y que facilitarán la implementación del programa.
"No partimos de cero. Muchos campesinos ya combinan coca con café o cacao, lo que hace más viable la transición", explicó la funcionaria.
El éxito de esta estrategia dependerá de su capacidad para ofrecer incentivos económicos sostenibles y de la articulación con mercados que garanticen la comercialización de los productos sustitutos. Además, la seguridad en las zonas afectadas sigue siendo un factor clave para la permanencia de los campesinos en las economías legales.
El Gobierno espera que la experiencia en El Plateado y el Catatumbo pueda replicarse en otras regiones del país, avanzando así en su estrategia de lucha contra los cultivos ilícitos a través de la sustitución voluntaria y el fortalecimiento del sector agrícola legal.
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