Orden Público | Santiago Vargas
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Militares cayeron en campo minado en Teorama mientras que estación de Policía en El Tarra fue atacada con explosivos en menos de 24 horas
La violencia sigue azotando el departamento de Norte de Santander. Este domingo 2 de marzo, un pelotón del Ejército Nacional fue víctima de un campo minado mientras realizaba operaciones en el corregimiento de San Pablo, zona rural del municipio de Teorama. El incidente dejó a un soldado herido en una de sus extremidades, quien fue evacuado por vía aérea hasta un centro asistencial donde recibe atención médica.
Esta región, caracterizada por la fuerte presencia de grupos armados ilegales, continúa siendo escenario de constantes ataques contra la Fuerza Pública. En Teorama, la injerencia del Ejército de Liberación Nacional ELN y las disidencias de las FARC representa una amenaza latente para la seguridad de los habitantes y los uniformados que operan en la zona.
Horas antes del atentado en Teorama, en la noche del sábado 1 de marzo, un nuevo ataque sacudió al municipio de El Tarra. A las 11:50 p m, dos artefactos explosivos fueron lanzados contra la estación de Policía de esta localidad. Según informó el coronel Néstor Arévalo, comandante del departamento de Policía de Norte de Santander, la explosión no dejó heridos ni daños estructurales en la edificación. Sin embargo, este es el segundo atentado contra la misma estación en menos de 15 días, lo que evidencia un recrudecimiento de la violencia en la zona.
Estos hechos ponen de manifiesto la creciente presión que ejercen los grupos armados ilegales sobre la Fuerza Pública en el Catatumbo, una de las regiones más conflictivas del país. La combinación de cultivos ilícitos, narcotráfico y disputas territoriales entre estructuras criminales mantiene en constante riesgo tanto a la población civil como a los uniformados desplegados en la región.
Ante estos atentados, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad en la zona y han reiterado su compromiso de enfrentar a estos grupos al margen de la ley. Sin embargo, los recientes hechos reflejan la persistencia de una problemática que, a pesar de los esfuerzos del Estado, continúa generando zozobra y afectando la estabilidad en el departamento.
La comunidad y los líderes locales han hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional para que refuerce las estrategias de seguridad y genere mecanismos de protección para los habitantes, quienes día a día se ven afectados por la constante confrontación entre los actores armados en el territorio.
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