Internacional | Por: Ethan Lyn Chen
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El Papa Francisco es sepultado en una ceremonia íntima, marcada por su devoción a la Virgen María
El Papa Francisco, quien falleció el lunes a los 88 años tras un derrame cerebral, ha dejado un vacío profundo en el corazón de los católicos y el mundo entero. Su cuerpo fue recibido en la Basílica de Santa María la Mayor, donde se llevará a cabo su sepultura este sábado. La ceremonia privada tiene un simbolismo especial, ya que el Papa eligió este lugar para descansar en paz, cerca de la imagen de la Virgen María, la "Salus Populi Romani", a quien veneraba profundamente. A pesar de su renuncia a ser enterrado en el Vaticano, esta última voluntad refleja su cercanía espiritual con la Virgen.
Este evento será acompañado por figuras clave de la política global, quienes se unieron a la misa en la Plaza de San Pedro. Líderes como el presidente estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodymyr Zelenskyy, así como el príncipe Guillermo de Inglaterra y el primer ministro británico Keir Starmer, estarán presentes para rendir homenaje a uno de los pontífices más influyentes del siglo XXI.
El féretro del Papa Francisco fue recibido por obispos y cardenales en la Basílica, en un gesto de respeto y solemnidad. Al llegar al altar de la Virgen, cuatro niños depositaron rosas blancas, como símbolo de pureza y esperanza, antes de que el féretro fuera colocado en su última morada, bajo una sencilla lápida con su nombre en latín. Con la ceremonia privada en curso, el Vaticano ha decidido mantener la solemnidad del acto, permitiendo que este último adiós se lleve a cabo con la dignidad que el Papa merecía.
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