
Tres días de homenaje, fe y recogimiento marcan el tributo final al pontífice que transformó la Iglesia
El féretro recorrió plazas simbólicas del Vaticano antes de ingresar por la puerta central de la Basílica, acompañado por Patriarcas, Cardenales y Obispos, todos vestidos con hábito coral. Fue depositado finalmente en el Altar de la Confesión, bajo el majestuoso baldaquino de Bernini, uno de los espacios más sagrados del cristianismo.
Durante tres días, los fieles podrán acercarse al féretro para despedirse del papa que marcó una época con su sencillez, firmeza doctrinal y compromiso con los más vulnerables. La Liturgia de la Palabra abrió oficialmente las ceremonias, que continuarán hasta altas horas de la noche, especialmente este miércoles y jueves, cuando el templo permanecerá abierto hasta la medianoche.
El viernes 25 se llevará a cabo el funeral, acto final de un ciclo histórico que cierra con la presencia de dignatarios internacionales y jefes de Estado. El mundo despide a Jorge Mario Bergoglio, el papa que revitalizó el mensaje evangélico, abogó por una Iglesia cercana y transparente, y cuyo legado permanecerá vivo en la memoria de millones.
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