
Policía y autoridades locales refuerzan patrullajes en zonas críticas del área metropolitana
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Barranquilla, 23 de junio de 2025. Las noches ya no son las mismas en sectores estratégicos del Atlántico. Bajo el rugido de motos oficiales y el destello de luces intermitentes, avanzan las llamadas caravanas de seguridad, una ofensiva articulada por la Policía Metropolitana de Barranquilla con respaldo del Distrito y los municipios vecinos. Su objetivo es claro, pero su trasfondo revela un escenario tenso: disuadir al crimen antes de que ataque.
En un operativo que se despliega con precisión milimétrica, las caravanas integran a unidades élite como Infancia y Adolescencia, GAULA, GOES, Inteligencia, Investigación Criminal y Tránsito. Cada noche se convierten en el escudo móvil de los ciudadanos, una advertencia silenciosa para quienes planean hurtar, extorsionar o quitar vidas.
Soledad, Malambo y Galapa son algunos de los focos priorizados junto con barrios estratégicos de Barranquilla. Allí, los patrullajes dinámicos, retenes sorpresivos e inspecciones en comercios y zonas residenciales se multiplican, generando no solo control territorial, sino un mensaje latente: la ciudad no está sola.
“El crimen evoluciona, y nosotros también. Estas caravanas no son solo reacción, son prevención en movimiento”, afirmó el general Edwin Urrego, comandante de la Mebar, quien lidera la estrategia como parte de un plan integral para restablecer la percepción de seguridad en la región.
Pero no todo es músculo. Las caravanas también incluyen acciones pedagógicas, jornadas de sensibilización, rutas de denuncia y escucha comunitaria. Porque el enemigo, muchas veces, no solo actúa con violencia, sino con el silencio de quienes temen hablar.
A través de las líneas 123, 165 del GAULA y el número 3178965523 contra el crimen, las autoridades hacen un llamado urgente a la colaboración ciudadana. Una llamada puede detener una tragedia. Un reporte, frustrar una extorsión.
En medio de un clima tenso donde la seguridad se ha convertido en una exigencia prioritaria, estas caravanas no solo patrullan calles: patrullan el miedo, buscando devolverle al Atlántico la tranquilidad que durante semanas ha sido amenazada por hechos que aún no se olvidan.
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