El primero de los convoyes parte desde China rumbo a Colombia tras superar pruebas clave
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Bogotá, 24 de junio de 2025. La espera ha sido larga, la expectativa enorme. Pero hoy, por fin, el anuncio encendió una nueva chispa de esperanza en la capital: los primeros trenes del Metro de Bogotá ya están listos para iniciar su travesía hacia Colombia. El alcalde Carlos Fernando Galán lo confirmó con orgullo y emoción, en una transmisión virtual desde la planta de la China Railway Rolling Stock Corporation (CRRC) en Changchun.
“Ya arranca su viaje para Bogotá el primero, y muy pronto el segundo tren, ya fabricados. Es emocionante ver cómo avanza este sueño de ciudad”, dijo Galán, mientras al otro lado del mundo, los trenes relucían en las vías de prueba, listos para ser embarcados rumbo a Latinoamérica.
Se trata de los dos primeros trenes de la Línea 1, que tras superar rigurosas pruebas técnicas y de seguridad en territorio chino, comenzarán su trayecto marítimo de 55 días, con destino a Cartagena. Si todo marcha según lo previsto, llegarán entre finales de septiembre y comienzos de octubre.
Pero más allá del embarque, el suspenso ahora recae sobre la siguiente fase: recibir los trenes, ensamblarlos en territorio colombiano y ponerlos a rodar. Cada convoy tiene seis vagones, capacidad para 1.800 pasajeros, conducción automática y control centralizado. Además, operan con energía 100 % eléctrica, alineándose con los objetivos de sostenibilidad de la capital.
El gerente de la Empresa Metro de Bogotá, Leónidas Narváez, resaltó que este hito representa mucho más que un logro técnico: “Es una señal para acelerar estaciones, viaductos y sistemas. Ya llegan las máquinas. Debemos estar listos para recibirlas.”
El proyecto del Metro avanza con un 55,42 % de ejecución, y el cronograma mantiene metas ambiciosas: a partir de enero de 2026 comenzarán a llegar dos trenes por mes, completando los 30 previstos en noviembre del mismo año. Para mayo de 2026, los primeros 5,5 kilómetros del viaducto estarán en funcionamiento piloto.
Mientras tanto, Bogotá aguarda. Los rieles aún no han sido recorridos, pero el viaje ya comenzó. Allá, en oriente, los trenes se mueven. Y aquí, en la ciudad que los espera desde hace más de 70 años, el silencio empieza a llenarse de futuro.
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