El club parisino conquista su primera orejona con un 5-0 de escándalo ante el Inter en Múnich
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📍 Múnich, Alemania – En una noche que quedará tatuada en la memoria del fútbol europeo, el Paris Saint-Germain no solo levantó su primera Champions League, sino que lo hizo arrasando con una autoridad desconcertante: 5-0 al Inter de Milán en el Allianz Arena. En una final que parecía pareja en los papeles, el PSG la transformó en un recital de superioridad, dejando en ruinas toda resistencia del conjunto italiano.
Fue una demolición con sello táctico. Luis Enrique, sereno pero certero desde la banda, orquestó una sinfonía perfecta. A los 12 minutos, Achraf Hakimi encendió la llama. Luego llegó un doblete quirúrgico de Désiré Doué, el juvenil que dejó de ser promesa para convertirse en figura. Khvicha Kvaratskhelia, con su irreverencia habitual, y el joven Senny Mayulu, completaron la faena. El Inter no solo perdió: fue neutralizado, desarticulado, reducido a cenizas.
🎙️ El suspenso no radicó en el resultado, sino en el destino: ¿sería esta finalmente la noche en la que el PSG rompería su maldición continental? La respuesta fue un sí rotundo. Pero nadie esperaba una exhibición tan despiadada, una final sin nervios ni tensión, dominada de principio a fin por un equipo que hasta hace poco era sinónimo de frustración europea.
Luis Enrique logró lo que los galácticos del pasado no: un grupo sin egos, pero con alma, que se convirtió en leyenda. En contraste con las épocas de Mbappé, Messi o Neymar, este PSG apostó por nombres menos rutilantes, pero con una cohesión letal.
Con este resultado, el club francés no solo consigue la Champions, sino también la liga y la copa nacional, sellando el primer triplete en la historia del fútbol francés. Y no es un triplete cualquiera: es uno que igualó hazañas de gigantes como el Barça de Guardiola o el United de Ferguson, y que impuso una nueva marca de diferencia goleadora en una final de Champions.
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