
La ida en El Campín dejó todo abierto; la tensión crece de cara al desenlace del domingo
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Bogotá, 25 de junio de 2025. La ansiedad crece y el suspenso se extiende. En un duelo cargado de expectativas, pero carente de goles, Independiente Santa Fe y el Deportivo Independiente Medellín (DIM) firmaron un empate 0-0 en el partido de ida de la gran final de la Liga BetPlay 2025-I. Lo que parecía ser la oportunidad de oro para los capitalinos en su casa, terminó siendo un pulso tenso, de marcaje cerrado y pocas licencias ofensivas.
El estadio El Campín, colmado y vestido de rojo, fue testigo de un partido ríspido, en el que ambos equipos apostaron más por el control que por el riesgo. Santa Fe, con la iniciativa desde el primer minuto, intentó imponer condiciones, pero se topó una y otra vez con una defensa visitante sólida y sincronizada.
En el minuto 14, Medellín dio el primer aviso serio: una jugada peligrosa en el área cardenal terminó siendo anulada por falta ofensiva. Fue un campanazo que cambió el ritmo del partido.
Con el paso de los minutos, el juego se trabó. Las bandas fueron un callejón sin salida, y las ideas ofensivas se diluían entre choques, rechazos y una constante lucha en el medio campo. DIM se mantuvo firme en su libreto: aguantar, resistir y salir cuando fuera posible. Y cada vez que recuperó el balón, mostró intenciones de atacar, aunque sin profundidad definitiva.
Santa Fe, impulsado por su hinchada, buscó romper el cerco defensivo hasta el final, pero la claridad no apareció. Las opciones más claras llegaron en pelotas quietas, pero el arquero antioqueño respondió con seguridad. La presión era local, pero la tranquilidad parecía visitante.
Con este resultado, todo se definirá el próximo domingo a las 8:00 p.m. en el estadio Atanasio Girardot, donde el DIM contará con el respaldo de su público y la ventaja emocional de haber resistido en terreno ajeno. Santa Fe, por su parte, deberá cambiar el libreto si quiere levantar el trofeo.
La moneda sigue en el aire, y la tensión crece. En Medellín, la final promete romper la calma de la ida. Solo uno podrá gritar campeón… y lo sabremos en 90 minutos, quizás más.
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