💥 El armamento, 200 veces más destructivo que Hiroshima, eleva la tensión geoestratégica mundial
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Pekín, 11 de julio de 2025. — La exhibición de un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) por parte del Ejército Popular de Liberación de China ha encendido las alarmas en varias capitales del mundo, especialmente en Washington, donde funcionarios de seguridad nacional lo han calificado como “una amenaza real y sin precedentes”.
El proyectil, denominado DF-41 Modificado, fue presentado durante una exposición militar clasificada en el centro de pruebas de Qinghai, y según estimaciones de expertos, tendría capacidad para portar hasta 10 ojivas nucleares independientes, con un alcance de más de 14.000 kilómetros. Esta característica lo posiciona como uno de los sistemas de disuasión más avanzados del planeta, capaz de impactar cualquier punto de la costa este de Estados Unidos en menos de 30 minutos.
🔍 Fuentes militares chinas aseguran que se trata de un "elemento estratégico disuasorio", no destinado a una acción ofensiva inmediata. Sin embargo, analistas internacionales coinciden en que su despliegue podría alterar el equilibrio de poder y la arquitectura global de seguridad, en momentos en que las relaciones entre China y Estados Unidos atraviesan una etapa de fricción aguda.
🎙️ En respuesta, el expresidente Donald Trump, desde un acto político en Texas, declaró que “la administración actual ha debilitado la posición de EE. UU. frente a sus enemigos”, y advirtió que “ningún misil intimidará a América si él regresa al poder”.
Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), el arma tendría una capacidad destructiva estimada en más de 200 veces la bomba lanzada sobre Hiroshima en 1945, lo que representa un riesgo incalculable en caso de una eventual confrontación.
🌐 La comunidad internacional, por su parte, ha pedido contención y ha instado a ambas potencias a retomar canales diplomáticos y actualizar los tratados de control de armamento nuclear, que hoy se encuentran en evidente desgaste.
Mientras tanto, ciudadanos en grandes urbes como Nueva York, Tokio y Berlín han manifestado creciente preocupación por la posible reactivación de una carrera armamentista al estilo de la Guerra Fría, esta vez en un contexto global mucho más volátil.
⚠️ La sombra del poder nuclear vuelve a proyectarse sobre el planeta, y los líderes mundiales enfrentan el reto de evitar que la intimidación escale al punto de no retorno.
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