El exmandatario, asilado en Nicaragua desde 2016, enfrentaba graves problemas de salud que llevaron a su fallecimiento.
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El expresidente salvadoreño Mauricio Funes, de 65 años, falleció este martes 21 de enero de 2025 en Nicaragua, donde residía como asilado político desde septiembre de 2016. Según informó el Ministerio de Salud del país centroamericano, Funes murió a las 21:35 horas (03:45 GMT del miércoles) debido a una dolencia crónica que lo había mantenido en estado grave en los últimos días.
El comunicado oficial del Gobierno nicaragüense expresó sus condolencias a la familia del exmandatario, señalando que este recibió el sacramento de la extremaunción por parte del sacerdote Antonio Castro Granados horas antes de su deceso. "Nuestras sinceras condolencias a sus hijos, a su compañera y a sus familiares, amigos y compañeros en Nicaragua y en El Salvador", concluyó el mensaje firmado por el presidente Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.
Funes había llegado a Nicaragua hace más de ocho años y en 2019 se le otorgó la nacionalidad nicaragüense, lo que impidió su extradición a El Salvador debido a las disposiciones constitucionales de ese país. Durante su estadía en Nicaragua, el exmandatario recibió un salario del Ministerio de Relaciones Exteriores, beneficio que compartía con su hijo Carlos Mauricio Funes Cañas.
El expresidente había sido condenado en ausencia por un tribunal salvadoreño en mayo de 2024 a 14 años de prisión por su implicación en delitos relacionados con una tregua entre pandillas durante su gobierno (2009-2014). Esta condena lo convirtió en el segundo mandatario de la era democrática salvadoreña en ser sentenciado a cárcel, tras un juicio en el que se le acusó de haber formado una red de corrupción para desviar más de 292 millones de dólares de fondos públicos a cuentas privadas.
El Ministerio de Salud de Nicaragua reveló que Funes había estado bajo atención médica especializada desde su llegada al país, pero sus condiciones crónicas se agravaron en los últimos meses. Horas antes de su fallecimiento, el Gobierno nicaragüense había informado sobre la gravedad de su estado, anticipando que su situación era crítica.
Funes llegó al poder en 2009 como candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), rompiendo la hegemonía de dos décadas del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Su gobierno estuvo marcado por iniciativas sociales y esfuerzos por modernizar la economía, pero también por denuncias de corrupción que se intensificaron tras dejar el cargo.
La muerte de Funes marca el final de una trayectoria política controvertida, dejando un legado mixto entre quienes destacan sus reformas sociales y quienes lo recuerdan por los casos de corrupción que empañaron su mandato. Mientras tanto, su fallecimiento en Nicaragua subraya el complejo entramado político y judicial que rodeó sus últimos años de vida en el exilio.
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