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La violencia en el Catatumbo deja decenas de muertos y miles de desplazados, mientras el presidente Petro declara un "fracaso de la nación".
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alzado su voz frente a la grave crisis que atraviesa la región del Catatumbo, en el noreste de Colombia. El secretario general, António Guterres, expresó su profunda preocupación por el aumento de los combates entre grupos armados ilegales, instando a un cese inmediato de la violencia contra la población civil.
"El Secretario General está profundamente preocupado por la reciente violencia en la región del Catatumbo y pide el cese inmediato de los actos de violencia contra la población civil", declaró su portavoz, Stéphane Dujarric.
Desde el pasado jueves, los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias del Frente 33 de las FARC han dejado un saldo de al menos 80 muertos, incluidos seis firmantes del acuerdo de paz de 2016. Además, las cifras de desplazamiento forzoso son alarmantes: más de 32.000 personas han tenido que abandonar sus hogares, buscando refugio en municipios como Cúcuta, Ocaña y Tibú, según informó la Defensoría del Pueblo.
El impacto humanitario se extiende a 22.570 personas albergadas temporalmente en diversas localidades del departamento de Norte de Santander, mientras que miles más enfrentan condiciones precarias y la incertidumbre de un retorno seguro a sus hogares. La defensora del pueblo, Iris Marín, subrayó la magnitud de la crisis, destacando que Cúcuta, la capital departamental, ha recibido a unas 15.000 personas desplazadas.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha calificado la situación del Catatumbo como "uno de los hechos más dramáticos de la historia contemporánea del país" y una muestra del "fracaso de la nación" en garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Durante un acto público, Petro cuestionó la falta de información de las autoridades sobre los movimientos del ELN desde Arauca hacia el Catatumbo, lo que permitió a este grupo armado fortalecer su presencia en la región.
"¿Por qué el ELN hoy, a pocos meses de ser muy débil militarmente hablando, es fuerte? Eso tiene unas respuestas que deberíamos ahondar", reflexionó Petro, quien acusó al grupo guerrillero de abandonar sus ideales revolucionarios en favor de intereses económicos.
En respuesta a la crisis, el mandatario anunció la declaración de estado de conmoción interior y emergencia económica, medidas que han sido objeto de críticas por su alcance y efectividad. Mientras tanto, las Fuerzas Armadas se han enfocado en la distribución de ayuda humanitaria y el rescate de líderes sociales amenazados por los grupos armados.
La región del Catatumbo, históricamente afectada por el narcotráfico y los conflictos armados, enfrenta una de sus peores crisis en décadas. Los combates entre el ELN y las disidencias de las FARC subrayan la fragilidad de los esfuerzos por alcanzar la paz en Colombia, dejando en evidencia las profundas brechas en la seguridad y la atención a las comunidades más vulnerables del país.
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