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El gremio de transportadores de carga en Colombia ha confirmado el inicio de un paro nacional el próximo lunes 6 de enero a la medianoche, en medio de una de las temporadas más críticas para el tránsito de viajeros y mercancías en el país. Esta decisión, anunciada por la Asamblea Nacional del Transporte, responde a lo que consideran un incumplimiento por parte del Gobierno Nacional de los acuerdos alcanzados en 2024, relacionados con el manejo del precio del diésel y otros puntos clave para el sector.
El conflicto detrás del paro
En el centro de la disputa está el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), una herramienta financiera que cubre el diferencial entre los costos reales del combustible y los precios al consumidor. Según el Ministerio de Hacienda, el diésel ha sido responsable del 62,6% del déficit acumulado del FEPC entre 2022 y 2023. Si no se realizan ajustes significativos, el déficit proyectado podría alcanzar los 12,8 billones de pesos en 2025.
El gobierno del presidente Gustavo Petro ya ha implementado aumentos considerables en el precio de la gasolina, eliminando el subsidio que mantenía bajos los precios. Sin embargo, el diésel sigue siendo un tema de alta sensibilidad debido a su impacto directo en el transporte de carga y, en consecuencia, en toda la economía nacional.
En agosto de 2024, tras un aumento inicial de $1.900 por galón, los transportadores declararon un paro que paralizó las principales vías del país. Esto llevó al Gobierno a negociar un acuerdo de 15 puntos que incluyó ajustes moderados en el precio del diésel. No obstante, el gremio acusa al Ejecutivo de incumplir compromisos clave, como la revisión de la fórmula para fijar el precio del combustible y la actualización del Sistema de Información de Costos Eficientes para el Transporte Automotor de Carga (Sice-tac).
Demandas del gremio y tensiones crecientes
Los transportadores argumentan que la fórmula actual para determinar el precio del diésel no considera las particularidades del sector. Además, denuncian que el Sice-tac está desactualizado y no refleja los costos reales de operación. “Nos quieren cobrar en dólares mientras ganamos en pesos”, afirmó Alfonso Medrano, presidente de la Asociación de Camioneros de Colombia.
A estas demandas se suman los recientes ajustes en los precios del combustible, que han incrementado las tensiones. El 1 de enero de 2025, el precio del diésel subió $169 por galón, mientras que la gasolina aumentó $91. Aunque el Gobierno justificó estos incrementos como ajustes reglamentados, el gremio los percibe como un agravante para su ya crítica situación económica.
Impacto nacional y posibles consecuencias
El paro camionero amenaza con generar un impacto significativo en la logística y el transporte durante una de las épocas de mayor movimiento en el país. Aunque no todo el gremio ha confirmado su participación, según Alejandro Quiroga, presidente de la Asamblea Nacional del Transporte, un sector importante ya está preparado para detener sus actividades.
El Gobierno enfrenta un desafío crítico: equilibrar las finanzas públicas, evitar un déficit desbordado en el FEPC y, al mismo tiempo, mantener el diálogo con un gremio estratégico para la economía del país. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el alcance y la duración del paro mantiene en vilo a millones de colombianos, en especial a quienes dependen del transporte de carga para sus actividades diarias.
El inicio de este paro pone nuevamente sobre la mesa la necesidad de buscar soluciones sostenibles y consensuadas para garantizar la estabilidad del sector transportador, así como para evitar que estas tensiones sigan afectando a la economía nacional.
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