
Pero eso no fue todo. Judge también igualó registros históricos con su sexto jonrón en los primeros siete juegos de la temporada, algo que solo habían logrado leyendas como Alex Rodríguez en 2007 y Ken Griffey Jr. en 1997, ambos MVP en sus respectivas campañas. A la par, sus 17 carreras impulsadas lo colocan al nivel de Pat Burrell (2005) y Chris Davis (2013) como los jugadores con más impulsadas en los primeros siete juegos desde 1920, cuando se oficializó esta estadística.
El impacto de Judge ha sido clave en el arranque arrollador de los Yankees, quienes ya suman 23 jonrones y 62 carreras anotadas en tan solo siete partidos, estableciendo el récord de más cuadrangulares en ese número de juegos en toda la historia de la MLB. Solo tres equipos de la Liga Americana en más de 120 años han anotado más carreras en ese mismo lapso.
Esta hazaña reafirma a Aaron Judge como una figura central en el béisbol actual y a los Yankees como una potencia ofensiva temible en esta temporada. La pregunta ahora es si este nivel superlativo podrá mantenerse, y si el slugger neoyorquino logrará traducir su impresionante comienzo en un nuevo trofeo de Jugador Más Valioso.
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