
Durante 29 años, William Usma vivió en EE. UU. bajo un nombre falso, tras matar a su esposa e intentar asesinar a su hija.
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El 19 de junio de 1994, en un humilde barrio del municipio de La Estrella, Antioquia, un crimen atroz estremeció a la comunidad: William Hernando Usma Acosta asesinó a sangre fría a su esposa, Laura Rosa Agudelo, y disparó contra su hija cuando esta intentó intervenir. El caso, archivado entre los expedientes más oscuros del Valle de Aburrá, parecía condenado al olvido… hasta ahora.
Durante casi treinta años, Usma logró evadir a las autoridades, construyendo una nueva vida en los Estados Unidos bajo una identidad completamente falsa. No fue hasta que cometió un pequeño pero crucial error administrativo que su pasado lo alcanzó. El criminal fue finalmente capturado por el FBI en Boston cuando se dirigía a su trabajo, tras una solicitud de naturalización que despertó alarmas.
Una nueva vida... bajo una mentira
Luego de perpetrar el doble ataque, William Usma huyó de Colombia en 1995. Cruzó la frontera con México de forma irregular y se instaló en Estados Unidos, donde en 1998 obtuvo la residencia permanente al casarse con una ciudadana estadounidense, utilizando el nombre de Carlos Alberto Rendón.
Durante más de dos décadas, vivió como un ciudadano común. Trabajaba, pagaba impuestos, e incluso construyó un nuevo hogar. Nadie sospechaba que detrás de ese nombre se ocultaba un prófugo condenado por homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado y porte ilegal de armas.
El error que reveló la verdad
En 2020, Usma cometió el error que lo delataría: solicitó la ciudadanía estadounidense. Para ello presentó un certificado de nacimiento colombiano falso. Al verificarlo con bases de datos internacionales, las autoridades de inmigración detectaron la discrepancia. Fue entonces cuando el FBI y la Policía Nacional de Colombia reconstruyeron el rompecabezas.
Lo interceptaron en una calle de Boston cuando iba camino a su trabajo. Habían pasado 29 años, pero la justicia, aunque tardía, lo alcanzó.
La justicia colombiana lo esperaba
Tras su extradición, Usma Acosta fue entregado a las autoridades colombianas y presentado ante el Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Medellín, que ratificó su condena.
Aunque en 1994 fue inicialmente condenado a 45 años de prisión, esta pena fue modificada en 2021 a 28 años y 6 meses, que deberá cumplir en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Bogotá, La Picota.
Mientras tanto, su hija —quien sobrevivió a los disparos— ha vivido con las cicatrices físicas y emocionales de aquel día. Hoy, su testimonio cobra más fuerza que nunca.
Un caso que refleja el poder de la memoria judicial
El caso de William Usma es más que una historia de fuga: es la muestra de que, a pesar del tiempo y la distancia, los crímenes atroces no prescriben en la conciencia de la justicia ni en el dolor de las víctimas.
En un sistema donde tantas veces los feminicidios quedan impunes, esta captura representa una victoria tardía, pero necesaria.
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