Colombia ha marcado un hito inesperado en su economía: el desempleo ha caído al 9,6 % en marzo de 2025, alcanzando así su nivel más bajo desde el año 2017. La cifra, revelada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), se convierte en una señal alentadora en medio de un panorama internacional complejo y un entorno nacional lleno de desafíos estructurales.
Sin embargo, detrás de los datos alentadores, surgen preguntas fundamentales: ¿es este descenso el comienzo de una recuperación sostenida o una pausa antes de una nueva oleada de incertidumbre?
Sectores que lideran la reactivación
El motor de este repunte ha sido, sin duda, la sinergia entre varios sectores estratégicos. El campo, las fábricas y el comercio están respirando de nuevo, y con ellos, miles de colombianos han encontrado nuevas oportunidades laborales.
-
Agricultura en ascenso: Las exportaciones agrícolas, especialmente de café, flores y productos agroindustriales, han generado una demanda creciente de mano de obra en regiones rurales.
-
Industria fortalecida: Con inversiones dirigidas a la infraestructura y modernización tecnológica, la manufactura ha comenzado a contratar nuevamente, recuperando empleos perdidos durante los años más duros de la pandemia.
-
Reactivación del comercio y los servicios: A medida que el consumo interno se estabiliza, los sectores comerciales y de servicios han ampliado sus equipos, reforzando su presencia en las principales ciudades del país.
Un respiro... ¿duradero?
El descenso del desempleo no solo alivia las tensiones sociales, sino que también fortalece la percepción de estabilidad económica. Según analistas consultados, este repunte en el mercado laboral impacta directamente el poder adquisitivo de los hogares y abre la puerta a una reducción sostenida de la pobreza.
Pero el camino aún es frágil. El aumento de los costos de producción, la inflación persistente y la incertidumbre política podrían alterar el ritmo de recuperación. A pesar del optimismo, los expertos insisten en mantener una vigilancia activa sobre las condiciones económicas globales y el comportamiento del empleo informal.
Perspectivas para el segundo semestre
Las proyecciones del Ministerio de Hacienda y de entidades privadas apuntan a una continuidad en la creación de empleo, siempre que las políticas públicas sigan apuntando a la inversión, la formalización y la capacitación laboral. Se espera que el turismo, la tecnología y la economía creativa también aporten nuevas plazas en el segundo semestre del año.
Conclusión
La caída del desempleo al 9,6 % no es solo un número alentador: es una señal de que, en medio de la adversidad, Colombia está comenzando a dar pasos firmes hacia una recuperación sostenida. La pregunta ahora es si este impulso será suficiente para superar los desafíos que aún permanecen en el horizonte.
0 Comentarios
¡Tu opinión es importante!