El equipo cardenal derrota al DIM en su casa y consagra una hazaña llena de drama, coraje y gloria.
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Independiente Santa Fe escribió anoche una de las páginas más emocionantes del fútbol colombiano al coronarse campeón de la Liga BetPlay I-2025, en un desenlace que desafió todas las predicciones y desató una ola de emoción entre sus seguidores. Con una actuación épica en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, el ‘León’ derrotó 1-2 al Deportivo Independiente Medellín, sellando así su décima estrella en el firmamento del balompié nacional.
El equipo bogotano, liderado por el estratega uruguayo Jorge Bava, había llegado a la final tras superar a pesos pesados como Millonarios y Atlético Nacional en unos cuadrangulares que ya auguraban un cierre dramático. El primer duelo de la final, disputado en El Campín, terminó sin goles. Pero fue en la vuelta donde Santa Fe rugió con toda su fuerza.
El suspenso se apoderó del encuentro cuando el DIM se adelantó con un gol de Francisco Fydriszewski, encendiendo la ilusión local. Sin embargo, Santa Fe respondió con temple: Harold Santiago Mosquera empató el marcador y, en el minuto 79, Hugo Rodallega, visiblemente afectado por una lesión, apareció como un guerrero para marcar el gol de la victoria. El veterano delantero cayó de rodillas tras su tanto, mientras el banco estallaba en lágrimas y abrazos. La historia ya estaba escrita.
“Jugué con el alma. Sabía que esta podía ser mi última gran noche”, declaró Rodallega al borde del llanto, rodeado de cámaras y euforia cardenal.
Este triunfo no solo le permite al club capitalino sacudirse de tres finales perdidas en los últimos cinco años, sino que además lo catapulta directamente a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026. La Conmebol, como reconocimiento adicional, entregará una bonificación de 500.000 dólares al nuevo monarca colombiano.
El título ha sido interpretado por analistas como una reivindicación del trabajo silencioso y estratégico, alejado del ruido mediático de otros equipos. Santa Fe, sin ser favorito, fue construyendo su victoria partido a partido, golpe a golpe, con un fútbol práctico y jugadores que se crecieron en los momentos decisivos.
Anoche, Bogotá no durmió. Las caravanas, los cánticos, los fuegos artificiales y el rugido del León marcaron el regreso del rojo capitalino al trono. La garra volvió a imponerse sobre la lógica, y el país fue testigo de una final que ya forma parte de la historia grande del fútbol colombiano.
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