La reunión entre los líderes reabre las apuestas sobre el rumbo del conflicto con Rusia
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La Haya, 25 de junio de 2025. Bajo el cielo gris de una ciudad blindada por razones diplomáticas, se desarrolló una reunión que podría marcar un giro inesperado en el conflicto más prolongado de Europa en décadas. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron este miércoles su primer encuentro oficial en casi tres meses, en el marco de la cumbre anual de la OTAN.
Aunque anunciada con lenguaje protocolario, la cita entre ambos líderes fue seguida con expectativa por analistas, diplomáticos y servicios de inteligencia. No solo por el complejo contexto de la guerra ruso-ucraniana, sino por el ambiente enrarecido entre Kiev y Washington tras varios desplantes recientes. El más sonado: la negativa de la Casa Blanca a recibir a Zelenski durante su última visita a EE. UU., un gesto que fue interpretado como una señal de distanciamiento estratégico.
Sin embargo, en La Haya, el tono cambió.
Según fuentes cercanas a la delegación ucraniana, “la conversación fue directa, pero sin hostilidades”.Ambos mandatarios abordaron dos puntos neurálgicos: la viabilidad de un alto al fuego con Rusia —una opción que gana adeptos en círculos de poder occidentales— y un posible nuevo paquete de armamento estadounidense, clave para sostener las líneas ucranianas en el Donbás.
La cita, celebrada a puerta cerrada, ocurre en un contexto delicado. Zelenski ha disminuido su exposición pública en esta cumbre, incluso faltando a algunas sesiones clave. Para algunos, un gesto de presión; para otros, una señal de agotamiento político. En contraste, Trump ha mantenido una agenda activa, con reuniones bilaterales cargadas de simbolismo y declaraciones crípticas sobre el futuro de la OTAN.
El nuevo secretario general de la Alianza, Mark Rutte, aseguró en la sesión plenaria que Ucrania “seguirá siendo una prioridad estratégica hasta 2035”. No obstante, las dudas persisten: ¿apoyo militar pleno o contención negociada?
Aún no se conocen los detalles de lo acordado en el encuentro, pero algunas pistas comienzan a filtrarse. Una de ellas: el posible condicionamiento del nuevo apoyo militar a concesiones políticas por parte de Kiev. Otra: la inclusión de Ucrania en una “ruta limitada” hacia la membresía plena en la OTAN, con plazos y restricciones aún por definir.
La cena de anoche en honor de los líderes, ofrecida por los reyes de Países Bajos, sirvió como telón de fondo para discretos intercambios diplomáticos. A pesar del brillo ceremonial, la tensión no desapareció. Los rostros, las pausas, los silencios: todo fue observado con lupa.
El encuentro Zelenski-Trump no solo redefine la relación bilateral, sino que podría abrir una nueva etapa en la guerra y en la arquitectura de seguridad de Europa. El mundo espera. Pero en La Haya, las decisiones se siguen tomando en voz baja, detrás de puertas pesadas y con palabras medidas al milímetro.
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