Un bombardeo sacude el corazón cristiano de la Franja: entre los heridos está el párroco argentino Romanelli 🙏
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En medio de una de las jornadas más intensas de bombardeos sobre la Franja de Gaza, un ataque aéreo israelí impactó directamente contra la iglesia católica de la Sagrada Familia, la única de su tipo en el enclave palestino, dejando cuatro muertos y al menos siete heridos, según fuentes locales y organizaciones humanitarias.
Entre los heridos se encuentra el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, ampliamente conocido en Italia y América Latina por su labor humanitaria y por mantener contacto diario con el papa Francisco desde el inicio del conflicto. El pontífice, según reveló la Santa Sede, ha seguido con atención la situación del religioso y ha expresado su cercanía a los fieles católicos atrapados en la Franja.
🕊️ El ataque se produjo mientras decenas de familias cristianas se refugiaban en el templo, tras haber sido desplazadas de otras zonas de la ciudad por la intensidad de los enfrentamientos. Las autoridades locales denuncian que el templo ya había sido señalado como lugar de protección de civiles.
El ejército israelí, por su parte, aún no ha emitido una declaración oficial sobre este incidente específico, aunque sostiene que sus operaciones están dirigidas exclusivamente contra objetivos militares de Hamás. Sin embargo, los constantes bombardeos en áreas densamente pobladas han generado preocupación entre organizaciones internacionales de derechos humanos.
Desde Roma, el Vaticano emitió una nota de “profundo dolor” por lo ocurrido, pidiendo respeto a los lugares de culto y corredores humanitarios seguros para la población civil. El papa Francisco, visiblemente afectado, expresó durante el Ángelus dominical que “ninguna guerra puede justificar el sufrimiento de inocentes ni el ataque a casas de fe”.
💬 La comunidad cristiana en Gaza, que antes del conflicto apenas superaba los mil fieles, ha quedado prácticamente aislada y bajo asedio. Muchos de sus miembros han buscado refugio en la iglesia atacada, considerada uno de los últimos espacios de neutralidad y solidaridad en medio del caos.
Este nuevo episodio eleva aún más la tensión internacional sobre la ofensiva israelí y pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre los límites de la guerra urbana, el respeto al derecho internacional humanitario y la necesidad urgente de un alto el fuego que proteja a la población civil, sin distinción de credo ni nacionalidad.
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