
El Pontífice de 88 años enfrenta una compleja infección pulmonar y recibe oxígeno y transfusiones de sangre, mientras el Vaticano mantiene en reserva su pronóstico
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El Papa Francisco se encuentra hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma por noveno día consecutivo debido a una infección pulmonar que se agravó con una crisis respiratoria asmática el sábado. Según informó el Vaticano, el estado del Pontífice llegó a ser crítico, requiriendo administración de oxígeno a “altos flujos” y transfusiones de sangre debido a un bajo conteo de plaquetas.
A pesar de su estado delicado, Francisco envió un mensaje de esperanza a los fieles durante el tradicional rezo del Ángelus dominical. En su comunicado, expresó confianza en su recuperación y agradeció las muestras de afecto recibidas, especialmente los mensajes y dibujos enviados por niños de distintas partes del mundo. “El descanso también es parte de la terapia”, afirmó el Papa en su mensaje.
El Vaticano informó que, aunque su salud sigue siendo frágil, el Pontífice pasó una noche estable tras la crisis asmática. Sin embargo, los médicos mantienen un pronóstico reservado, considerando su edad avanzada y las enfermedades preexistentes que complican su recuperación. Se ha descartado, por el momento, la presencia de sepsis, una infección grave de la sangre que podría poner en mayor riesgo su vida.
El Papa fue internado el pasado 14 de febrero tras una recaída de bronquitis, la cual evolucionó a una neumonía bilateral. Desde entonces, ha recibido tratamiento con antibióticos, cortisona y oxígeno suplementario. Su estado ha fluctuado entre momentos de mejoría y episodios de mayor dificultad respiratoria, lo que ha generado gran preocupación dentro y fuera del Vaticano.
Durante su hospitalización, Francisco también se refirió al tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, calificándolo como una “ocasión dolorosa y vergonzosa para la humanidad”. Extendió además su llamado a la paz en otras regiones en conflicto, mencionando Palestina, Israel, Myanmar, Sudán y la región del Kivu en África.
La salud del Papa Francisco ha sido motivo de preocupación en los últimos años, con varias hospitalizaciones previas por problemas respiratorios y digestivos. En 2021, se sometió a una cirugía intestinal, y en 2023 canceló diversos compromisos debido a una bronquitis severa.
El Vaticano aún no ha comunicado una fecha estimada de alta, y la incertidumbre sobre su estado de salud persiste. Mientras tanto, el mundo católico sigue pendiente de la evolución del Pontífice, quien continúa su lucha contra esta complicada infección pulmonar con el apoyo de los médicos y las oraciones de millones de fieles.
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